Las compras tienen una gran relevancia en la sociedad actual. Estamos rodeados de publicidad y marketing que fomentan el consumismo. Las redes sociales, la posibilidad de comprar por internet y las diferentes aplicaciones que existen facilitan las compras y su accesibilidad. Todo ello, en muchas ocasiones, puede dar lugar a compras que se realizan sin pensar y esto, a su vez, puede derivar en compras compulsivas.

En la entrada de hoy veremos qué son las compras compulsivas y por qué se producen, hablaremos sobre los trastornos relacionados con las compras compulsivas y finalmente hablaremos sobre qué podemos hacer en terapia para gestionarlo.

¿Qué son las compras compulsivas? ¿Por qué se producen las compras compulsivas?

Las compras compulsivas u oniomanía, son compras que, como su propio nombre indica, se hacen de manera compulsiva. Es decir, se compra de manera impulsiva sin reflexionar sobre si necesitamos o no el producto, sin mirar el presupuesto o sin analizar su utilidad. Estas personas lo hacen porque el acto de la compra les produce una gratificación emocional y porque les da una sensación de alivio.

Algunos de los aspectos más importantes de la compra compulsiva son:

Búsqueda de gratificación inmediata.


La gratificación inmediata es definida como el bienestar que obtenemos cuando algo nos satisface al momento sin pensar en las consecuencias que podría tener a largo plazo. En el ámbito de las compras compulsivas, el comprador compulsivo adquiere algo en un momento, debido a una emoción o impulso, por la satisfacción que eso le genera sin analizar si realmente necesita el producto o si va a poder pagarlo.

Evitación emocional.


La evitación emocional se refiere a la tendencia que tenemos a evitar todas aquellas emociones que nos parecen desagradables como, por ejemplo, la tristeza. La compra compulsiva puede ser utilizada como una estrategia para evitar temporalmente estas emociones desagradables, porque comprar nos proporciona la gratificación inmediata que comentábamos en el apartado anterior.

Presiones sociales.


Las presiones sociales también pueden tener un impacto significativo en las compras compulsivas y pueden hacer que compremos sin panificar y sin analizar las consecuencias. El compararnos constantemente con los demás, estar bombardeados por publicidad, la necesidad de encajar en un grupo, etc. pueden hacer que compremos más.

Asimismo, no nos podemos olvidar de que solemos asociar el éxito y el estatus con el tener cosas materiales. Es decir, tenemos tendencia a admirar más a aquellas personas que tienen un coche caro, una buena casa, etc. Relacionado con esto, García (2014) realizó una investigación en la que concluyó que la compra compulsiva está relacionada con valores de poder, estimulación y logro.

En lo referido a cuántas personas padecen este problema, un estudio llevado a cabo en Galicia (España) estimó que el 7,1% de las personas padecen este problema. En este estudio también se concluyó que son las mujeres y las personas jóvenes las que tienen más tendencia a efectuar compra compulsiva (Otero-López y Villardefrancos, 2014). Otro estudio realizado en Bizkaia (García, 2014) manifestó que la prevalencia en esta provincia es del 5,27%. Ambos datos son alarmantes.

Trastornos relacionados con compras compulsivas

Las compras compulsivas pueden estar asociadas con diferentes trastornos. Además, pueden ser síntoma de otros. A continuación, mencionaremos los más importantes:

  • Trastorno de Compra Compulsiva (TCC). Tal y como mencionan Marcet et al. (2016) es un trastorno en el que existen impulsos de comprar. Estos impulsos son intrusivos e irresistibles para la persona que los padece. Todo ello causa un malestar significativo en la persona y, en muchas ocasiones, en la familia de la persona afectada. Por ejemplo, se pueden producir problemas graves de dinero. También se caracteriza por pasar mucho tiempo planificando las compras y por comprar cosas que no se necesitan.
  • Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Las personas que tienen TOC, a veces, tienen compulsiones relacionadas con las compras. En otras palabras, sienten la necesidad de comprar cosas como parte del ritual obsesivo.
  • Trastornos del estado de ánimo. A veces, la personas con depresión o ansiedad pueden recurrir a las compras como manera de gestionar los síntomas. Asimismo, las personas con trastorno bipolar pueden comprar compulsivamente durante los episodios maníacos.

Es importante mencionar también que las personas con TLP (trastorno límite de la personalidad) pueden usar las compras como manera de lidiar con las emociones. Además, la impulsividad es algo común en el TLP y en las compras. Otros estudios también han demostrado que las personas con trastorno por consumo de sustancias y personas con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) tienen más probabilidades de tener este trastorno.

La terapia psicológica  en la gestión de las compras compulsivas

La terapia psicológica es fundamental en el tratamiento de este trastorno. Entre otras cosas, en la terapia se le enseñará al paciente a:

  • Identificar los desencadenantes. Es el primer paso para poder tratar y entender el problema, ya que cuando una persona sabe bajo qué condiciones se desencadena la compra puede poner en marcha estrategias para evitar la compra. Para ello, se realiza lo siguiente: observación y registro de lo que se ha comprado, identificación de bajo qué situaciones o lugar se desarrollan, identificación de los pensamientos irracionales asociados a ellas, etc.
  • Desarrollo de estrategias de afrontamiento y de control de impulsos. Teniendo en cuenta los desencadenantes y los pensamientos de cada persona, se desarrollan diferentes estrategias para poder poner en marcha. Algunas de ellas son las siguientes: control del dinero, presupuesto limitado, retraso de la gratificación, no usar tarjetas de crédito, ir a comprar con lista, no tener aplicaciones de compra disponibles en el teléfono móvil, etc.
  • Tratamiento de problemas subyacentes. Como hemos visto, la compra compulsiva está relacionada con la evitación emocional. Por ello, es importante analizar qué emociones se pretenden evitar para desarrollar estrategias que tengan como objetivo una correcta gestión de las mismas.


También es relevante aprender a gestionar la impulsividad, desarrollar el autocontrol, aprender técnicas de relajación y respiración, hacer una correcta reestructuración cognitiva, entre otras cosas.

Conclusión

Hoy en día es muy sencillo comprar. Además, estamos constantemente influenciados por campañas publicitarias y presiones sociales. Si crees que compras de manera compulsiva porque gastas mucho dinero, porque no puedes frenar el impulso de comprar o porque lo haces como manera de evadir o evitar otros problemas, te recomendamos que te pongas en contacto con un profesional de la salud mental con el objetivo de poder abordar y gestionar las compras compulsivas desde una perspectiva terapéutica. En Psicoglobal podemos ayudarte diseñando una terapia online adaptada a tus necesidades.

Referencias bibliográficas

  • García, I. (2007). La compra compulsiva:¿ impulso irresistible o reflejo del sistema de valores personales?. Revista de Psicología Social, 22(2), 125-136. Recuperado de https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1174/021347407780705393
  • Marcet, D. D., Toledo, A. V., Vicente, N. A., & Casals, M. S. (2016). El trastorno de Compra Compulsiva. Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatria de enlace, 117, 11-16. Recuperado de dialnet.unirioja.es
  • Otero-López, J. M., & Villardefrancos, E. (2014). Prevalence, sociodemographic factors, psychological distress, and coping strategies related to compulsive buying: a cross sectional study in Galicia, Spain. BMC psychiatry, 14(1), 1-12. Recuperado de bmcpsychiatry.biomedcentral.com