Con motivo del día mundial del trastorno bipolar (#DíaMundialdelTrastornoBipolar o #WBD) hoy vamos a dedicar este artículo a conocer más sobre este trastorno que padecen más de  140 millones de personas en el mundo. 

Se ha elegido este día porque es el día en que nació Vincent van gogh, pintor que se cree que padecía la enfermedad.

Es un trastorno que afecta de igual manera a hombres y mujeres, aunque éstas últimas pueden desarrollar más síntomas y más rápido.

Es una de las principales enfermedades que causan discapacidad y más desconocida por la población general, por eso en esta entrada vamos a describir qué es el tratorno bipolar, qué tipos existen y cuales son los tratamiento más eficaces para su gestión.

¿Qué es el trastorno bipolar? ¿Cuál es su prevalencia?

Como su propio nombre indica, es un trastorno afectivo en el que se producen fluctuaciones del estado del ánimo que van de un polo a otro. En otras palabras, las personas afectadas, por un lado, pueden tener episodios de alta emocionalidad, también conocidos como episodios maníacos o hipomaníacos y, por otro lado, episodios en los que su estado emocional es más bajo, estos episodios también son denominados episodios depresivos.

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 A continuación, vamos a explicar en qué consisten los episodios maníacos, los hipomaníacos y los depresivos según el DSM-5:

Episodio maníaco

En primer lugar, los episodios maníacos se caracterizan por tener un estado de ánimo elevado y un aumento de la actividad que, si lo comparamos con la persona, es excesivo y clínicamente significativo. Es decir, no se considera como algo normal. Además, durante este periodo se tienen que producir, al menos tres de los siguientes síntomas durante, por lo menos, 7 días:

  • Alta autoestima o sentimientos de grandeza (más de lo normal)
  • Pocas ganas de dormir
  • Verborrea (hablar más de lo habitual)
  • Fuga de ideas o pensar que los pensamientos van más rápido de lo normal
  • Facilidad para distraerse
  • Aumento de la actividad o estar alterado a nivel psicomotor
  • Participar en actividades en las que pueden tener consecuencias nocivas para la salud

En muchos casos también pueden aparecer síntomas psicóticos y esto puede llevar a la necesidad de una hospitalización. En otras palabras, la alteración del estado del ánimo es grave y causa deterioro grave en las diferentes áreas de funcionamiento de la persona como: social, laboral, académico, familiar, etc. 

Episodio hipomaníaco

Es similar al anterior, solo que los criterios de temporalidad y gravedad cambian. Por un lado, si en el episodio maníaco los síntomas deben estar presentes durante por lo menos 7 días, en este caso para poder considerar que una persona está inmersa en un episodio hipomaníaco los síntomas deben presentarse durante 4 días. Por otro lado, los episodios hipomaníacos son observables por las personas cercanas, sin embargo, no causan tanto deterioro como los maníacos y no requieren hospitalización.

Episodio de depresión mayor

Este caso, es todo lo contrario a los dos anteriores. El estado de ánimo es deprimido y de pérdida de interés. Al menos dos de los siguientes síntomas deben presentarse durante dos semanas:

  • Estar deprimido durante la mayor parte del día
  • Pérdida de interés por la mayoría de las actividades
  • Problemas relacionados con el peso: perder peso o engordar
  • Problemas de sueño: insomnio (poco sueño) o hipersomnia (mucho sueño)
  • Problemas psicomotores
  • Pérdida de las energías
  • Sentimiento de que se es inútil o sentimientos de culpa
  • Problemas de concentración o para la toma de decisiones
  • Pensamientos relacionados con la muerte


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¿Qué tipos de trastorno bipolar existen?

Como se puede apreciar en la tabla de la prevalencia, existen diferentes tipos de trastornos bipolares dependiendo de si están presentes los episodios maníacos/hipomaníacos o los depresivos.

Trastorno Bipolar Tipo I

Se debe haber producido al menos un episodio maníaco que puede ir o no precedido o seguido de episodios hipomaníacos y/o episodios de depresión mayor.


Trastorno Bipolar Tipo II

Se debe haber producido al menos un episodio hipomaníaco y un episodio de depresión mayor. Para poder diagnosticar este tipo de trastorno bipolar, no debe haber existido un episodio maníaco.

A modo de resumen y, con el objetivo de poder diferenciarlos de manera fácil, presentamos la siguiente tabla:

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Trastorno subumbral o trastorno ciclotímico

Ocurre cuando no se cumplen todos los criterios para poder diagnosticar un episodio hipomaníaco o un episodio depresivo. Además, los síntomas anteriores deben haber estado presentes durante, por lo menos, dos años, pero no deben haberse presentado durante más de dos meses seguidos.

  

¿Cuál es el tratamiento de los trastornos bipolares?

En la “Guía de Práctica Clínica sobre Trastorno Bipolar” publicada por el ministerio de sanidad, se establece que los principales tratamientos son:

Farmacoterapia

Los fármacos son fundamentales en los dos tipos de trastorno bipolar. El objetivo de los fármacos, en este caso, es el de disminuir la intensidad tanto de los síntomas maníacos o hipomaníacos como de los depresivos. Los fármacos que se suelen usar son: estabilizadores del estado del ánimo, antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos. En la mayoría de casos, como es conocido, se recetan sales de litio con la finalidad de estabilizar el estado del ánimo.

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Psicoterapia

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC), puede ayudar a controlar los síntomas, a prevenir recaídas y a aumentar el funcionamiento eficaz de estas personas y de su entorno más cercano.

Es importante realizar una buena psicoeducación para que las personas con esta enfermedad puedan comprender qué es el trastorno, cuáles son sus síntomas y cuáles son las consecuencias. Asimismo, también se utilizan técnicas que tienen como objetivo reestructurar los pensamientos, generar habilidades de resolución y afrontamiento de los problemas, controlar la ansiedad que puedan generar los síntomas, etc.

Además, también es conveniente que los familiares de las personas afectadas realicen una intervención familiar. De esta manera ellos también podrán comprender qué es el trastorno y cuáles son sus síntomas, pudiendo llegar a detectar en qué episodio está la persona afectada.

Conclusión


El trastorno bipolar es un trastorno común que se caracteriza por episodios maníacos en el caso del Tipo I y de episodios hipomaníacos y depresivos en el Tipo II y que puede tener graves consecuencias en la vida de las personas. Aun así, con un correcto tratamiento psicológico y farmacológico, en la mayoría de los casos los síntomas se pueden controlar y llevar una vida normal. Ejemplo de esto es que hay muchas personas que son referentes en algo teniendo este trastorno. Por ejemplo: Demi Lovato (cantante), Catherine Zeta-Jones (actriz), Edgar Allan Poe (escritor) o Vincent Van Gogh (pintor).


Referencias bibliográficas

APA. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders Fifth Edition. DSM-5. Washington: American Psychiatric Publishing.

Merikangas, K. R., Jin, R., He, J…. et al. (2011). Prevalence and Correlates of Bipolar Spectrum Disorder in the World Mental Health Survey Initiative. Arch Gen Psychiatry;68(3), 241–251. doi:10.1001/archgenpsychiatry.2011.12

Ministerio de Sanidad, Consumo y bienestar social. (2012). Guía de Práctica Clínica sobre Trastorno Bipolar. Recuperado de sepsiq.org