¿Por qué nos preocupamos?
Las personas nos preocupamos, es parte de la resolución de problemas, pero ¿por qué? influyen factores como la necesidad de control, la personalidad, ser previsor, etc.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada, comúnmente conocido como TAG, es una condición psicológica caracterizada por una preocupación y ansiedad excesivas y persistentes.
Las preocupaciones en el TAG giran en torno a diferentes acontecimientos o actividades de la vida cotidiana que podrían ser negativos, a pesar de que la probabilidad de que ocurran, sea baja.
La persona se siente bajo amenaza de un peligro futuro al que tendrá que hacer frente, esto es lo que llamamos anticipación ansiógena o aprensiva.
Si bien es cierto que todos tenemos preocupaciones con relación a diferentes aspectos, las personas que padecen ansiedad generalizada se encuentran inmersas en un ciclo de ansiedad y preocupación constante, que no pueden controlar y que les afecta de forma significativa a su vida.
Este ciclo de preocupación y ansiedad puede ocurrir incluso con pequeños inconvenientes del día a día, como por ejemplo, llegar tarde a una cita o tener que realizar pequeñas reparaciones en casa.
Las preocupaciones en el TAG son excesivas e interfieren significativamente en el funcionamiento diario de la persona, mientras que las preocupaciones no patológicas no generan interferencia y la persona las percibe como más controlables y menos molestas.
Además, la sensación en el TAG, es de no tener dominio sobre las preocupaciones, a diferencia de las preocupaciones no patológicas en las que las personas puede dejar de pensar en ellas para poner su atención en otra actividad.
Las preocupaciones en la ansiedad generalizada suelen extenderse a muchas áreas de la vida sin que haya un desencadenante que las provoque, mientras que en la ansiedad no patológica estas preocupaciones suelen presentarse en menor número y están relacionadas con problemas a los que la persona tiene que hacer frente de forma más o menos inmediata.
Las preocupaciones patológicas provocan muchos síntomas físicos como inquietud, nerviosismo, hipervigilancia, mientras que las preocupaciones cotidianas no provocan tales síntomas físicos.
El TAG es más común de lo que se podría pensar y afecta a personas de todas las edades, niños, adultos y ancianos, pues en todos ellos encontrar preocupaciones patológicas.
En cuanto al sexo, las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecer el trastorno que los hombres.
En ellas este trastorno puede verse acompañado de otros trastornos de ansiedad o depresión mientras que en ellos puede ser acompañado de trastornos derivados del uso de sustancias.
La media de edad en la que aparecen los síntomas suele ser en torno a los 30 años, aunque las personas con ansiedad generalizada refieren que siempre ha sido nerviosas y ansiosas.
Ansiedad generalizada por edades
Los síntomas de la ansiedad generalizada tienden a ser crónicos y fluctuantes, es decir, puede haber periodos de más o menos preocupación a lo largo de la vida.
Como apuntábamos, este trastorno puede afectar a personas de cualquier edad, presentando preocupaciones que les es difícil controlar y les afectan en su día a día.
Según la edad las preocupaciones cambian:
Como vemos las preocupaciones que se experimentan en el trastorno de ansiedad generalizada son acordes con la edad de quien las padece.
Cuanto más temprano comienza el trastorno, mayor es la interferencia que causa en la vida de la persona.
Escrito por Sara Montejano Martín, Psicóloga General Sanitaria.
Las personas nos preocupamos, es parte de la resolución de problemas, pero ¿por qué? influyen factores como la necesidad de control, la personalidad, ser previsor, etc.
Las preocupaciones son parte de la vida, preocuparse es un mecanismo que nos ayuda a resolver problemas, pero se da la paradoja, que a su vez, puede ser un problema en si mismo.