Los hábitos son comportamientos que hacemos de manera repetitiva en nuestra vida diaria, a menudo sin siquiera pensar en ellos. Pueden ser hábitos saludables, como hacer ejercicio o comer una dieta equilibrada, o hábitos poco saludables, como fumar o comer demasiado azúcar.

Los hábitos pueden tener un gran impacto en nuestra vida diaria y en nuestra salud en general. Los hábitos saludables, como dormir lo suficiente, pueden mejorar nuestro bienestar físico y mental, mientras que los hábitos poco saludables, como fumar o beber en exceso, pueden tener efectos negativos en nuestra salud a largo plazo.

Si queremos mejorar nuestra vida, es importante prestar atención a nuestros hábitos y hacer un esfuerzo consciente para adoptar hábitos más saludables y positivos.

Diferentes estudios demuestran que, aproximadamente el 45% de nuestras acciones diarias son hábitos automatizados ¡Es decir, casi la mitad de las cosas que hacemos en un día son pura costumbre!

Otra estadística interesante es que se ha demostrado que los hábitos tienen un efecto en cadena en nuestra vida. ¡Un solo hábito positivo puede llevar a otros cambios positivos en nuestra vida! Por ejemplo, si establecemos el hábito de hacer ejercicio regularmente, también podemos notar que nos sentimos más motivados en otros aspectos de nuestra vida, como en el trabajo o en nuestras relaciones personales.

Por otro lado, también se ha demostrado que los malos hábitos pueden ser bastante peligrosos. Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaquismo es la principal causa evitable de muerte en todo el mundo, y está directamente relacionado con el hábito de fumar. Del mismo modo, el consumo excesivo de alcohol también puede llevar a problemas de salud graves y trastornos emocionales.

Por contra, ¡los hábitos positivos pueden ser extremadamente beneficiosos! Por ejemplo, un estudio encontró que las personas que hacían ejercicio con regularidad tenían una mejor calidad de sueño que aquellas que no lo hacían. Además, se ha demostrado que hábitos como la meditación puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la concentración y la memoria.

En resumen, las estadísticas muestran que los hábitos tienen un gran impacto en nuestras vidas. Si queremos mejorar nuestra salud y nuestro bienestar en general, es importante prestar atención a nuestros hábitos y trabajar en desarrollar buenos hábitos que nos lleven hacia una vida más saludable y feliz.


Como se forman los hábitos en el cerebro

Los hábitos se forman en una parte del cerebro llamada "ganglios basales". Esta es la misma área del cerebro que controla los movimientos físicos y también está involucrada en la toma de decisiones y el aprendizaje.

Cuando hacemos algo repetidamente, como cepillarnos los dientes todas las mañanas, esta acción se convierte en una especie de "ruta neural" en nuestro cerebro. Cada vez que hacemos esa actividad, se refuerza la ruta neural y se hace más fácil y automático.

Esto es muy parecido a lo que ocurre cuando aprendemos a andar en bicicleta. Al principio, necesitamos concentrarnos mucho en pedalear y mantener el equilibrio, pero a medida que lo hacemos más y más, se convierte en algo automático y sin esfuerzo.

Lo interesante es que el cerebro no diferencia entre hábitos buenos y malos. Simplemente sigue reforzando las rutas neurales que se usan con más frecuencia. Por eso es tan importante tratar de establecer buenos hábitos y deshacernos de los malos.

Pero no te preocupes, ¡el cerebro también es muy adaptable y puede cambiar las rutas neurales existentes! Esto significa que si queremos cambiar un hábito, podemos hacerlo con tiempo y esfuerzo. Al principio puede ser difícil, pero cuanto más practiquemos el nuevo comportamiento, más fuerte se volverá la nueva ruta neural.

Cómo los hábitos afectan nuestro comportamiento y nuestras decisiones

¡Este tema es muy interesante y puede ayudarnos a entender por qué a veces hacemos cosas que no queremos hacer o no tomamos las decisiones correctas!

Los hábitos tienen un gran impacto en nuestro comportamiento y nuestras decisiones porque pueden influir en nuestras emociones y en la forma en que procesamos la información. Por ejemplo, si tenemos el hábito de comer algo dulce cuando estamos estresados, es posible que automáticamente busquemos un postre cuando nos sentimos ansiosos, incluso si no tenemos hambre.

Además, los hábitos pueden afectar nuestra toma de decisiones al influir en nuestro nivel de autocontrol. Un estudio mostró que las personas que tenían el hábito de hacer ejercicio con regularidad también tenían más autocontrol en otras áreas de su vida, como en el trabajo y en las finanzas. Por otro lado, las personas que tenían el hábito de posponer las cosas y no hacer ejercicio regularmente también tenían menos autocontrol en otras áreas de su vida.

También es importante tener en cuenta que los hábitos pueden ser influenciados por nuestro entorno. Por ejemplo, si trabajamos en una oficina donde todo el mundo toma un descanso para tomar un café a media mañana, es posible que desarrollemos el hábito de tomar café a esa hora, incluso si no necesitamos la cafeína.

El ciclo de hábito: Cómo funciona y cómo usarlo a nuestro favor

El ciclo de hábito consta de tres partes: la señal, la rutina y la recompensa. La señal es algo que desencadena el hábito, como el sonido de la alarma que nos despierta por la mañana. La rutina es la acción habitual que realizamos en respuesta a la señal, como levantarnos de la cama. Y la recompensa es el resultado positivo que obtenemos al completar la rutina, como la satisfacción de haber cumplido con nuestro objetivo de levantarnos temprano.

Para utilizar el ciclo de hábito a nuestro favor, podemos trabajar en establecer una señal clara que nos recuerde el hábito que queremos formar, como dejar la ropa de entrenamiento al lado de la cama para recordarnos que debemos hacer ejercicio por la mañana. También podemos diseñar una rutina fácil y agradable de seguir, como hacer yoga o una caminata relajante antes del trabajo. Y finalmente, podemos recompensarnos de una manera positiva, como tomándonos un delicioso batido de frutas después del entrenamiento.

Es importante recordar que establecer un nuevo hábito puede ser difícil al principio, pero cuanto más lo practiquemos, más fácil se volverá y más natural se sentirá. También es importante ser paciente y no esperar resultados inmediatos, ya que puede llevar varias semanas o incluso meses establecer un nuevo hábito.

Recuerda que el establecimiento de hábitos positivos es muy beneficioso. Los hábitos positivos son como pequeñas superpotencias que pueden transformar nuestras vidas para mejor. Aquí te dejo algunas formas en que los hábitos positivos pueden hacer maravillas por ti:

  1. Aumentan tu energía: Al adoptar hábitos saludables como hacer ejercicio, dormir lo suficiente y comer bien, aumentarás tu energía y te sentirás más productivo.
  2. Te hacen sentir más feliz: Adoptar hábitos como la meditación, el yoga y el tiempo al aire libre pueden mejorar tu estado de ánimo y hacerte sentir más feliz y en paz contigo mismo.
  3. Mejoran tus relaciones: Los hábitos positivos como la comunicación abierta y honesta, la gratitud y la empatía pueden mejorar tus relaciones con amigos, familiares y compañeros de trabajo.
  4. Te hacen más disciplinado: Al adoptar hábitos positivos, como establecer metas y mantener una rutina diaria, puedes mejorar tu capacidad para ser disciplinado y enfocado en tus objetivos.
  5. Te ayudan a alcanzar tus metas: Adoptar hábitos positivos y consistentes puede ayudarte a alcanzar tus metas a largo plazo, como aprender un nuevo idioma, avanzar en tu carrera o mejorar tus habilidades deportivas.

Como podemos cambiar nuestros hábitos

Identificar los hábitos que queremos cambiar es el primer paso para establecer un cambio positivo en nuestra vida. Pero a veces puede ser difícil saber qué hábitos necesitan ser cambiados. Algunas ideas para identificar los hábitos que necesitas cambiar pueden ser:

  • Hacer una lista: Haz una lista de todos los hábitos que tienes y anota cuáles son buenos y cuáles son malos. Luego, prioriza los hábitos que deseas cambiar y elabora un plan para abordarlos.
  • Haz una evaluación de tu día: Pasa un día entero anotando todo lo que haces y cuándo lo haces. Luego, revisa tu lista y busca patrones en tu comportamiento. ¿Hay momentos del día en los que tiendes a comer en exceso o procrastinar? Identificar estos patrones puede ayudarte a cambiar tus hábitos.
  • Utiliza una aplicación de seguimiento de hábitos: Las aplicaciones de seguimiento de hábitos son una herramienta excelente para identificar los hábitos que necesitas cambiar. Al registrar tus hábitos diarios, puedes ver patrones y tendencias en tu comportamiento. También te permiten establecer metas y realizar un seguimiento de tu progreso.
  • Pide retroalimentación: Pídele a amigos, familiares o compañeros de trabajo que te den retroalimentación sobre tus hábitos. ¿Hay algún comportamiento que les moleste o les preocupe? Si escuchas críticas constructivas, puedes identificar los hábitos que necesitas cambiar y trabajar en ellos.


El segundo paso para el cambio de hábitos es establecer metas claras y realistas

  • Haz que tus metas sean específicas: En lugar de decir "quiero hacer ejercicio", establece una meta específica como "quiero ir al gimnasio 3 veces por semana". De esta manera, tendrás una idea clara de lo que estás tratando de lograr.
  • Proponte metas alcanzables: Asegúrate de que las metas que establezcas sean realistas y alcanzables. Es posible que desees correr un maratón, pero si nunca antes has corrido, sería mejor establecer metas más pequeñas y alcanzables, como correr 1 km sin parar.
  • Haz que tus metas sean medibles: Asegúrate de que puedas medir tu progreso hacia tus metas. Si tu objetivo es comer más saludable, puedes establecer la meta de comer al menos una porción de verduras con cada comida.
  • Haz que tus metas sean relevantes: Asegúrate de que tus metas estén alineadas con tus valores y objetivos a largo plazo. Si deseas mejorar tu salud, establecer la meta de hacer una caminata diaria sería más relevante que la de aprender a tocar un instrumento musical.
  • Establece un plazo para tus metas: Establecer un plazo para tus metas te dará un sentido de urgencia y te ayudará a mantenerte enfocado. Si tu objetivo es correr un 5 Km, establece una fecha específica para la carrera y trabaja hacia esa fecha.


Otra de las cosas a gestionar en el cambio de hábitos son los obstáculos que se pueden presentar y las recaídas que se pueden dar en el proceso. Para evitar esto en la medida de lo posible

  • Encuentra un compañero de cambio de hábitos: Hacer cambios con un amigo o un familiar puede ser más divertido y motivador. ¡Incluso pueden ayudarte a celebrar tus logros juntos!
  • Prepárate para las recaídas: Todos cometemos errores de vez en cuando, ¡y eso está bien! Prepárate para las recaídas recordando que son una parte natural del proceso de cambio de hábitos.
  • Haz que el cambio de hábito sea divertido: Si el cambio de hábito parece aburrido o difícil, encuentra maneras de hacerlo más divertido. Por ejemplo, si estás intentando hacer ejercicio, prueba diferentes actividades hasta encontrar una que disfrutes.
  • Celebra tus logros: ¡No subestimes el poder de una buena celebración! Reconoce tus logros y celebra tus avances, incluso si son pequeños. Compra un pequeño regalo para ti mismo o sal a celebrar con amigos.


Ahora, llega el momento de poner en acción todo lo aprendido. Recuerda que puedes empezar con pequeños cambios y ser consistente en tu esfuerzo.

No te desanimes si encuentras obstáculos o recaídas en el camino, son parte del proceso de cambio. ¡Lo importante es mantener la disciplina y la perseverancia para alcanzar nuestras metas!