Últimamente y, sobre todo, con el avance de las redes sociales, se escucha hablar mucho sobre los “mentirosos compulsivos” o la “mitomanía”. Aun así, son conceptos que, a día de hoy, no todo el mundo tiene claros.

Por ello, en la entrada de hoy vamos a hablar sobre qué es la mitomanía, cuáles son las diferencias entre esta condición y otro tipo de mentiras, los síntomas, las causas, su relación con las redes sociales y las principales técnicas para su tratamiento. 


   

Mentira compulsiva o mitomanía: ¿Qué es?


La mentira compulsiva, la mitomanía o la pseudología fantástica son conceptos que se refieren a lo mismo. Se trata de una tendencia patológica a mentir o narrar la realidad de una forma errónea. La RAE (Real Academia Española, 2020) la define como:

Tendencia a desfigurar la realidad de lo que se dice” y también como “mitificar o admirar de manera exagerada a algo o a alguien

(Real Academia Española, 2020)

Tal y como definen Casas y Zamarro (1990), este concepto fue descrito por Dupré en el año 1900 y establece que para que se pueda considerar mitomanía la mentira tiene que cumplir tres requisitos:

  • La historia tiene que ser probable, es decir, tiene que ser viable
  • Las mentiras se tienen que manifestar en diferentes circunstancias y cierta cantidad de tiempo
  • Aunque los temas de las mentiras puedan ser diferentes, la persona que las formula es siempre el héroe de la historia o la víctima

Asimismo, también menciona que las mentiras pueden ser de diferente tipo: vanidosa (mentira para halagar), perversa (mentir para estafar), errante (mentir para huir de la realidad) o maligna (mentir para compensar sentimientos de inferioridad) (Casas y Zamarro, 1990).

Teniendo todo esto en cuenta, podríamos decir que las personas que mienten de manera compulsiva miente de manera reiterada durante bastante tiempo. Además, estas personas suelen mentir sin un propósito concreto lo que también podemos conocer por el término “mentir por mentir”.

Esto puede tener graves consecuencias en la vida laboral, social o familiar de las personas que lo padecen (Korkmaz et al., 2016).

Diferencia entre mentira funcional, piadosa y mitomanía


Es importante diferenciar la mitomanía de otros dos tipos de mentira: la funcional y la piadosa. La principal diferencia radica en que las personas mitómanas, como hemos comentado en el punto anterior, mienten por mentir, muchas veces sin un propósito concreto y de manera frecuente. Sin embargo, los otros dos tipos de mentira sí suelen tener un propósito. A continuación, las definiremos:

Por un lado, las mentiras piadosas son aquellas que formulamos con el objetivo de no herir a otras personas. Imagínate que tu hermana se ha comprado un vestido y te pregunta a ver si te gusta. Aunque a ti te parece horroroso, decides decirle que sí te gusta. Esto es una mentira piadosa. En otras palabras, se trata de mentir por una buena causa, en el caso del ejemplo, por no herir los sentimientos de la otra persona.

Por otro lado, las mentiras funcionales son las que se realizan con un claro propósito o función. Pongamos un ejemplo: imagínate que tu hermana te pregunta a ver si la puedes llevar de compras y le contestas que no puedes. Sin embargo, en realidad si puedes, pero no te gusta nada ir de compras con ella. En este caso el mentir es útil para evitar el sufrimiento o malestar que puede causar el decir la verdad.

Es importante destacar que, aunque a priori algunas mentiras puedan parecer funcionales, a la larga no son beneficiosas y pueden generar malestar.

Síntomas de la mitomanía


La mitomanía o las mentiras compulsivas pueden tener diversos síntomas. Los más usuales son:

  • Ansiedad. Esta se produce en el momento que la persona siente que tiene una oportunidad en la que puede mentir.
  • Pensamientos irracionales. Estas personas tienen pensamientos constantes que les hacen mentir.
  • Satisfacción. Se sienten bien y relajados una vez que han contado la mentira y los receptores se la han creído
  • No pueden resistirse. No pueden dejar de mentir, aunque se lo propongan.
  • Problemas de habilidades sociales.
  • Problemas de autoestima e inseguridad personal. Son personas que suelen tener una baja autoestima.

Asimismo, como hemos comentado en el anterior punto, elaboran historias con muchos detalles y que podrían ser reales, siempre son los héroes o las víctimas de las historias que cuentan y las mentiras las cuentan durante bastante tiempo.

También es importante mencionar que este síndrome puede presentarse en diferentes trastornos como, por ejemplo: en la personalidad histriónica, en la personalidad narcisista o en el síndrome de Münchhausen (Casas y Zamarro, 1990).

Causas de la mitomanía


Existen diferentes factores o causas para la mitomanía. Algunos de los factores de riesgo o predisponentes, son los siguientes:

  • Insatisfacción con la vida. El no estar satisfechos con la vida puede ser uno de los factores más relevantes. En estos casos, las mentiras que relatan suelen escenificar la realidad que les gustaría vivir.
  • Trastornos de la personalidad. Como hemos comentado en el apartado anterior, en algunos trastornos de la personalidad es frecuente que se produzca este síndrome.
  • Baja autoestima e inseguridad personal. El creer que no se es lo suficientemente bueno o no tener un buen concepto sobre uno mismo también puede desencadenar las mentiras compulsivas.
  • Necesidad constante de afecto y atención. Las personas que buscan agradar a los demás también suelen inventarse historias para llamar la atención de otros.

Asimismo, hay diferentes estudios en los que se ha concluido que también hay alteraciones a nivel cerebral como mayor sustancia blanca (Muzinic et al., 2016).


Mitomanía y redes sociales

El concepto de mitomanía se ha puesto de manifiesto en los últimos tiempos por su cada vez mayor presencia de las redes sociales. Cada vez son más las personas que muestran una vida idílica a través de Facebook, Instagram, TikTok, Twitter u otras redes sociales de moda.

En estas, las personas muestran sus numerosos viajes, cenas, comidas, espectacular vida en familia, etc. como si una vida de cuento se tratara. Algunas de estas personas muestran una realidad paralela, ya que no es todo tan idílico como lo pintan.

Se podría decir que algunas de estas personas podrían estar sufriendo el síndrome de mitomanía o mentira compulsiva. Esto es perjudicial tanto para las personas que lo realizan como para sus seguidores. Por un lado, mentir, como hemos visto, puede perjudicar mucho a nivel individual y, por otro lado, los seguidores pueden verse afectados porque pueden llegar a comparar su vida con la de estas personas y pueden frustrarse o incluso tener sentimientos de inferioridad.

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Tratamiento de la mitomanía

En PsicoGlobal, mediante terapia online, lo que hacemos es efectuar una evaluación exhaustiva para poder identificar cuáles son las necesidades de cada caso. Después de realizar esta evaluación planeamos un tratamiento. Aunque cada caso es diferente, algunas de las técnicas que trabajamos en estos casos son las siguientes: reestructuración cognitiva, habilidades sociales, aumento de la autoestima, trabajo de la inseguridad personal, técnicas de relajación y respiración y trabajo de expectativas realistas, entre otras.

Conclusiones

Mentir de vez en cuando no tiene porqué significar un gran problema. Sin embargo, cuando se miente por mentir, sin un gran objetivo y con frecuencia, puede suponer un problema que ponga de manifiesto problemas de autoestima, inseguridad personal, etc.

Si te identificas con los síntomas que hemos descrito en este artículo, te recomendamos que te pongas en manos de un profesional con el objetivo de que pueda ayudarte.

Referencias bibliográficas

  • Casas, R.,y Zamarro, M. L. (1990). La mitomanía en la clínica actual. A propósito de un caso clínico. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 10(34), 345-344. Recuperado de revistaaen.es
  • Muzinic, L., Kozaric-Kovacic, D., y Marinic, I. (2016). Psychiatric aspects of normal and pathological lying. International Journal of Law and Psychiatry, 46, 88–93.
  • Real Academia de la Legua Española, RAE. (2020). Diccionario en línea. Consultado en del.rae.es