La ansiedad, en muchas ocasiones, surge con el objetivo de anticipar un peligro o amenaza para una persona. Por lo tanto, podríamos decir que tiene una funcionalidad adaptativa. Sin embargo, la ansiedad puede ser desadaptativa cuando anticipamos un peligro que no es real o que es irracional.
Cuando ocurre esto último hablamos de que la ansiedad es patológica. Por lo general, suele ser más intensa que la ansiedad normal y se manifiesta a través de una serie de síntomas que interfieren en la vida diaria de las personas.
Los problemas para respirar pueden ser uno de estos síntomas y en las personas con asma pueden llegar a provocar un ataque de asma. Sin embargo, esto no es algo que sea muy conocido.
El asma puede surgir como respuesta a las emociones. Autores como Suárez et al. (2010) también mencionan en sus investigaciones que las emociones son muy importantes en el estudio del asma y que la ansiedad y la depresión son las patologías psiquiátricas más relacionadas con el asma.
Es más, Espinosa et al. (2010) destacan que: "las emociones desempeñan un papel significativo en las personas que padecen asma y que, en ocasiones, puede llegar a ser el factor principal. La presencia de la ansiedad, la frustración, conflictos del día a día o el ambiente tenso en el hogar pueden ser la base de la tensión bronquial".
Eso sí, es importante tener en cuenta que el asma inducida por la ansiedad ocurre en personas que ya tienen esta condición. En otras palabras, una persona sana que no tenga la enfermedad de asma es improbable que desarrolle un ataque de asma como consecuencia de la ansiedad. Por lo que si no tienes asma y te surge la duda de si podrías tener un ataque de asma por ansiedad, la respuesta es que probablemente no.
La ansiedad puede desencadenar los síntomas de asma en personas que ya tiene esta condición. Por ello, es importante entender cómo se producen estos ataques de asma relacionados con la ansiedad.
Recordemos que la ansiedad genera una serie de respuestas físicas en las personas, entre las que podemos encontrar: palpitaciones, sudores, temblores, problemas para respirar, sensación de ahogo, dolor en el pecho, náuseas, mareos, despersonalización, desrealizaicón, problemas de sueño, problemas de apetito, miedo a perder el control, etc. (APA, 2013).
La ansiedad provoca una respiración ineficiente que puede desencadenar ataques de asma.
Los problemas para respirar son uno de los síntomas de la ansiedad, por lo que podríamos decir que la ansiedad puede desencadenar o empeorar los síntomas del asma. Cuando hablamos de los problemas para respirar que genera la ansiedad nos referimos a respiraciones rápidas y superficiales que pueden desencadenar a su vez los síntomas del asma como: opresión en el pecho, sibilancias o dificultades para tener una respiración correcta.
En otras palabras: cuando tenemos ansiedad no solemos respirar de manera eficiente y estas respiraciones “inadecuadas” generan tensión bronquial lo que a su vez puede desencadenar ataques de asma en personas que ya tenían esta condición de antes. La persona con asma en ese momento de ansiedad puede sentir: sibilancias, presión en el pecho, tos, sensación de falta de aire, etc.
Asimismo, es relevante tener en cuenta que hay muchos estudios que relacionan el asma y las enfermedades psiquiátricas. Scott et al. en el año 2007 hicieron un gran estudio en el que participaron más de 85.000 personas y concluyeron que el 6.7% de las personas con asma tiene ansiedad y que hasta un 25% tiene depresión. Por lo que existe una estrecha relación entre el asma, la ansiedad y la depresión.
Si tenemos en cuenta que el ataque de asma se produce como resultado de la ansiedad, será interesante acudir a terapia para superar los ataques de ansiedad y así, poder contar con estrategias que nos ayuden a reducir dicha ansiedad.
En PsicoGlobal ofrecemos ayuda profesional para la ansiedad, analizamos exhaustivamente cada caso y diseñamos una terapia personalizada.
Las técnicas terapéuticas más habituales que se suelen utilizar son:
En resumen, los problemas respiratorios pueden ser una consecuencia de la ansiedad. En pacientes con problemas de asma puede llegar a producir ataques de asma por la tensión bronquial generada.
Por ello, es muy importante aprender a gestionar la ansiedad de manera adecuada con el objetivo de que no se produzca ansiedad que pueda a su vez producir ataques de asma.
Escrito por Raquel Rodríguez Cortés, Psicóloga General Sanitaria.