Sí, la ansiedad puede provocar fiebre. Aunque no es un síntoma muy conocido, existen casos en los que el estrés emocional o la ansiedad intensa elevan la temperatura corporal, lo que se conoce como fiebre psicógena.
Esta fiebre no tiene una causa física aparente, no responde a antipiréticos y suele estar relacionada con episodios de ansiedad aguda o estrés crónico.
Explicaremos qué es, los mecanismos fisiopatológicos de este tipo de fiebre, el diagnóstico diferencial y abordaje terapéutico.
La fiebre psicógena o hipertermia psicógena es una elevación de la temperatura corporal causada por factores psicológicos, especialmente el estrés psicológico y la ansiedad o situaciones emocionales intensas. Forma parte de los trastornos psicosomáticos, donde el cuerpo reacciona físicamente a un malestar emocional.
Esta fiebre suele ser resistente a medicamentos antipiréticos porque no tiene origen infeccioso ni inflamatorio.
Esto se debe a que no hay una causa física clara, lo que puede resultar en diagnósticos erróneos o frustrantes tanto para los pacientes como para los médicos.
Existen dos formas principales de fiebre psicógena:
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Cuando la temperatura corporal es elevada, puede llegar a ser incapacitante.
Según estudios, la fiebre psicógena afecta más a:
Aunque se creía que era más común en adolescentes, cada vez hay más casos documentados en adultos.
El estrés y la ansiedad activan sistemas en nuestro cuerpo que pueden alterar la temperatura corporal. Cuando estamos bajo presión, el sistema nervioso central (SNC) activa el sistema nervioso autónomo (SNA), encargado de funciones como la respiración, el ritmo cardíaco y la sudoración.
Este mecanismo forma parte de la llamada respuesta de lucha o huida, una reacción automática ante situaciones que el cuerpo interpreta como una amenaza, aunque no sea real.
Cuando sentimos ansiedad o estrés intenso, el cuerpo responde así:
Todo esto tiene un objetivo: mantenernos alerta y preparados para actuar rápidamente.
Sin embargo, en algunas personas, esta activación genera un aumento excesivo de la temperatura o una sensación térmica alterada, lo que puede derivar en lo que se conoce como fiebre psicógena.
Para diferenciar la fiebre por ansiedad y confirmar que una fiebre es psicógena, es necesario:
Importante: Solo un profesional sanitario puede realizar este diagnóstico tras descartar otras posibles causas.
El tratamiento de la fiebre psicógena requiere un enfoque psicológico integral. Es clave entender que esta fiebre no es una enfermedad en sí, sino un síntoma de la ansiedad.
Las personas con fiebre psicógena suelen preocuparse en exceso por sus síntomas físicos, lo que alimenta su ansiedad y puede intensificar la fiebre. Este ciclo de hipervigilancia y miedo dificulta la recuperación si no se aborda adecuadamente.
El tratamiento de la fiebre psicógena se basa en reducir la ansiedad y tratar el malestar emocional subyacente, mediante una combinación de terapia cognitivo-conductual (TCC) y técnicas para manejar la ansiedad.
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Terapia online para la ansiedad
Escrito por Raquel Rodríguez Cortés, Psicóloga General Sanitaria.