Las nuevas tecnologías han irrumpido con fuerza y a ritmo vertiginoso en los últimos años. Se podría decir que la sociedad del siglo XXI es una sociedad tecnológica, ya que se han producido diversos cambios en la vida de las personas tanto a nivel individual como a nivel social, por ejemplo, la manera de relacionarse socialmente es ahora mediante mensajería instantánea en lugar de conversaciones cara a cara.
Relacionado con lo anterior, cada vez son más las personas que hacen uso de la tecnología y llegan a invertir en ella muchas horas al día. El tiempo medio que inviertimos en las nuevas tecnologías es de más de cinco horas diarias. Por lo que se podría estar hablando de un uso excesivo de las nuevas tecnologías por parte de la sociedad, siendo el uso del teléfono móvil una de las adicciones más frecuentes.
En este artículo vamos a contarte qué es la adicción al móvil, cuáles son las características que comparten las personas que tienen adicción al móvil y las consecuencias de esta nueva adicción.
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¿Qué es la adicción al teléfono móvil?
El Teléfono Móvil va evolucionando rápidamente en lo que, a tamaño, funciones, etc. se refiere y, a su vez, el uso de estos dispositivos por parte de la sociedad va en aumento. Hoy en día se convierte en un objeto casi imprescindible, ya que para la realización de cualquier actividad se requiere uno de estos teléfonos inteligentes y no tenerlos puede complicar las relaciones sociales y laborales y el ocio.
La adicción al teléfono móvil sería aquella referida a un uso abusivo de este dispositivo.
Como ya se ha comentado en el apartado anterior, el posible uso abusivo del Teléfono Móvil no ha sido incluido en ninguno de los principales manuales diagnósticos publicados hasta la fecha.
Antes de comenzar, sería importante resaltar que autores como Castellana, Carbonell, Graner y Beranuy (2007) señalan que los síntomas para el diagnóstico de este tipo de uso abusivo serían: incapacidad de control e impotencia, dependencia psicológica y efectos negativos graves en diferentes ámbitos de la persona. Tal y como se puede apreciar, estos síntomas para el diagnóstico serían similares a los ya existentes para el diagnóstico de adicciones con sustancia.
El que no existan criterios diagnósticos hace que existan serias dificultades a la hora de detectar este tipo de problemática y que, en consecuencia, no se le preste la atención que merece ya que, a pesar de que no se considere plenamente una adicción, tal y como se explicará más adelante, tiene serias repercusiones psicológicas y sociales en las personas que lo padecen.
Prevalencia
En cuanto a la prevalencia, según Pedrero, Rodríguez y Ruíz en 2012 oscilaba entre el 0 y el 38%. Al no existir criterios comunes ni manuales diagnósticos, la gran variabilidad se explica por los diferentes criterios de inclusión utilizados y por el uso de distintos instrumentos de medida, complicando así la comparación entre estudios.
A pesar de que todo ello, se puede apreciar que hay una gran prevalencia de esta problemática.
Características de las personas que más utilizan el Teléfono Móvil
En cuanto a las características de las personas que más utilizan el Teléfono Móvil, las más estudiadas han sido el sexo y la edad. En este sentido se han realizado diversos estudios tanto a nivel mundial como a nivel nacional.
Por un lado, en cuanto al sexo, una investigación de Beranuy, Chamarro, Graner y Carbonell realizada en el año 2009, puso de manifiesto que son las mujeres las que usan de manera más abusiva estos dispositivos. Esta diferencia de género también ha sido encontrada por Chóliz (2012) en ámbito nacional e Inyang et al. (2010) en ámbito internacional.
Por otro lado, en referencia a la edad, en el estudio de Beranuy et al. (2009) mencionado anteriormente se concluye que los jóvenes son más propensos a la hora de experimentar un uso problemático del Teléfono Móvil.
Relacionado con lo anterior, un estudio realizado por Sabater y Bingen (2015) manifestó que existen diferencias de género en el uso del teléfono móvil. Por un lado, las mujeres de entre 14 y 15 años, utilizan más las redes sociales y aplicaciones como el chat, el correo electrónico, y Skype. Por otro lado, los hombres lo que hacen es navegar por diferentes páginas de Internet, descargan aplicaciones, además de usarlo para escuchar la radio y ver la televisión.
Consecuencias de la adicción al teléfono móvil
En cuanto a las consecuencias psicosociales, las más destacables son:
- Autores como Castellana et al. (2007) comentan que a medida que el uso del Teléfono Móvil se acrecienta, la tolerancia también lo hace, teniendo que recurrir, por ejemplo, a trucos como aumentar el número de conversaciones abiertas en un chat. Esto es algo que también ocurre en las adicciones con sustancia.
- Gasto excesivo (García y Monferrer, 2009)
- Deterioro en el ámbito laboral, familiar, social y escolar que afectan a la salud
- Problemas en el sueño (Thomeé, 2012).
- Problemas sociales. Otra de las consecuencias que podría tener este uso abusivo podría ser que los adolescentes puedan llegar a priorizar tanto la comunicación vía Teléfono Móvil que alteren sus relaciones sociales (Bianchi y Phillips, 2005). Autores como Srivastras (2005) señalan que estos dispositivos actúan como determinantes sobre la identidad individual de cada persona.
Problemas para la salud mental:
- Ansiedad. El uso del Teléfono Móvil puede tener comorbilidad con trastornos de ansiedad. Tal y como manifiestan Merlo y Stone (2007), las personas que presentan síntomas de ansiedad muestran también mayor uso de estos dispositivos y dependencia.
- Depresión (Billieux, 2012; Pedrero, Rodríguez y Ruiz, 2012; Sánchez-Martínez y Otero, 2009).
- Problemas de afrontamiento. Dependiendo del uso que las personas hagan de las TIC tendrán estilos de afrontamiento más productivos o improductivos.
- Baja autoestima (Bianchi y Phillips, 2005).
- Problemas de extroversión (Bianchi y Phillips, 2005).
En resumen, la adicción al teléfono móvil no está contemplada todavía en los principales manuales diagnósticos. Aun así, se podría decir que los síntomas para el diagnóstico son similares a los de las adicciones con sustancia. Además, si se hace referencia a las consecuencias se podrían dividir en dos tipos. Por un lado, las materiales: coste excesivo, etc., y por otro lado psicosociales: afectación del autocontrol, focalización atencional, aumento de la tolerancia, problemas familiares, problemas sociales, problemas laborales, depresión, ansiedad, problemas de afrontamiento, baja autoestima o problemas de extroversión (entre otros).
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Referencias bibliográficas
- Castellana, M., Carbonell, X., Graner, C. y Beranuy, M. (2007). El adolescente ante las tecnologías de la información y la Comunicación: internet, móvil y videojuegos. Papeles del Psicólogo, 28(3), 196-204.
- Chóliz, M. M. (2012). Mobile-phone addiction in adolescence: The Test of Mobile Phone Dependence (TMD). Progress In Health Sciences, 2(1), 33-44
- Beranuy, M., Chamarro, A., Graner, A. y Carbonell, X. (2009). Validación de dos escalas breves para evaluar la adicción a Internet y el abuso de móvil. Psicothema, 21(3), 480-485.
- Bianchi, A. y Phillips, J. G. (2005). Psychological predictors of problem mobile phone use. Cyberpsychology y Behavior, 8, 39-51.
- Billieux, J. (2012). Problematic Use of the Mobile Phone: A Literature Review and a Pathways Model. Current Psychiatry Reviews, 8(4), 299-307.
- García, M. C. y Monferrer, J. (2009). Propuesta de análisis teórico sobre el uso del teléfono móvil en adolescentes. Comunicar, 33(17), 83-92.
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